“Puka Urpi (Pájaro Rojo)”: la película que rescata la memoria kichwa

La película ecuatoriana “Puka Urpi (Pájaro Rojo)”, dirigida por Segundo Carlos Fuérez, irrumpe con fuerza en la escena del cine nacional gracias a su singular propuesta visual y su profundo arraigo cultural. Basada en una historia oral transmitida en kichwa, la obra narra el viaje emotivo de Killa, una niña de cinco años que, tras la muerte de su madre, debe mudarse de la ciudad al campo para vivir con su abuela. Allí inicia un tránsito íntimo hacia el entendimiento del territorio, la lengua y la sabiduría ancestral.

En este relato, la muerte nunca se muestra como un final abrupto, sino como una transformación espiritual. La película invita al espectador a observar la vida desde la cosmovisión andina, donde lo humano puede renacer en la naturaleza: en el viento, en las plantas o incluso en un ave de plumas rojas, un símbolo que guía a la protagonista hacia un destino inesperado cuando su abuela cae enferma.

Uno de los hitos más destacados de la película es haber ganado el premio a Mejor Película de Ficción en la edición 2025 del Festival Kunturñawi, uno de los eventos más importantes para el cine ecuatoriano, que reconoce obras con identidad local y propuestas narrativas innovadoras. El reconocimiento posiciona a “Puka Urpi” como una de las producciones más relevantes del año, especialmente por su defensa del idioma kichwa y su visión profundamente sensible de la vida rural.

En su declaración artística, Fuérez explica que la inspiración proviene de las historias orales que su madre le narraba: relatos sobre el retorno constante del espíritu y la continuidad del ser a través de otros cuerpos. Su trabajo busca preservar esas voces, mantener vivo un legado y sembrar en el público respeto por la diversidad cultural y las filosofías que siguen latiendo en las comunidades andinas.

“Puka Urpi” se erige así como un testimonio poético sobre el duelo, la memoria y la herencia cultural, consolidándose no solo como un éxito en festivales, sino también como una obra esencial en la revitalización del cine indígena y la animación ecuatoriana.